Hoy hace 34 primaveras que la impulsora de este blog vino al mundo. ¡Felicidades Veriti nuestra!
No sé por qué, me he topado con el blog justo en este día tan concreto. Y me he preguntado, si no sería el mejor modo felicitar a alguien que tiene tanto cariño a este pequeño espacio de redacción tan vintage, que hasta lo tiene en su bio de Instagram. Vale, sí, os he mentido, estaba haciendo de stalker en su perfil y me he encontrado con esta maravilla. Este gran proyecto al que se pusieron muchas ganas y poco empeño.
Así que aquí me encuentro, a estas horas de la noche, pegada al ordenador, intentando encontrar algo pertinente para poder contar a nuestros queridos lectores. Y me digo: ¡Ándale! ¡Qué sí! Que tenemos noticiacas salidas del horno. Bueno, salieron del horno en noviembre; más concretamente, del horno materno, el de nuestra cumpleañera de hoy.
Último encuentro corso en Madrid. Octubre 2019. |
Os cuento que tenemos un nuevo bollito en la famille corse. Se llama Unai, y es un peluchete de casi 6 meses.
Y ahora, permitidme, que me dirija a él:
Aprovechando este momento, me gustaría explicarte, a ti, Unai, cómo es este momento de nuestro mundo que nos ha metido a todos en casa desde hace casi seis semanas.
Resulta que nos encontramos todos confinados. Un verbo que he tenido mis dudas sobre si la población española sabía conjugar hasta que se convirtió en la palabra del año. Los bares y restaurantes están cerrados; pero las cocinas españolas bien merecen todas ellas estrellas Michelin. Vivimos una vida social, laboral y de educación digital; entre “me gustas”, comentarios y videollamadas. Por lo que sé, así es como ves a los abus. Nos inyectamos series y películas online. Leemos sin parar. Esto parece positivo; pero que no te engañen, lo importante no es leer, es lo que lees. Sin embargo, tengo que contarte, querido Unai, que también nos encontramos en época de bulos. Nos lo creemos todo, pero solo cuando nos interesa.
Si lees un poco más el blog, verás que el último post que hice, aconsejaba que todo el mundo se parase, porque necesitábamos tiempo. El mundo acelerado me altera. Pues bueno, se ha desacelerado por completo. Y te prometo, que no me alegro, pero sí me alegro. Cuando crezcas entenderás las contradicciones. Y si no las tienes, asústate de ti mismo.
En fin, estamos en momento de pensamiento, esperanza, y remodelación. Nunca hemos tenido la oportunidad de tanta introspección. Nos cambia el ánimo. Es una época que nos ha puesto a todos el culo del revés, y no sabemos cómo nos vamos a levantar. Pero hasta que nos levantemos, nos quedaremos sentados en el sofá mientras pasa esta pandemia del Covid19.
Pero un momento, Unai, no es tu cumpleaños, es el de tu madre. ¿Por qué te hablo a ti? ¿Qué pasa, que una mujer desaparece cuando tiene hijos? Pues, no, Unai, no desaparece. Ella sigue allí siendo mujer y madre. Es los dos al mismo tiempo. Y siempre con las mejores ganas y empeño. Lo que pasa, que he pensado que quizá, el mejor regalo que podría hacerle a tu madre el día de hoy sea generarle una imagen de este preciso instante. Y aunque, con toda seguridad ya lo tenga sin ayuda de nadie, espero que cuando lea esto, se acuerde de dónde estabas tú cuando lo leía, dónde estaba sentada ella y a qué le olía el pijama que no se había cambiado en días. Espero que cree sensaciones y reflexione. Que se acuerde de lo que sentía recién cumplidos los 34 años. Y así, en un futuro, que sea ella quien te explique cómo de loco se había vuelto el mundo este primer año contigo.
Mujer, trabajadora y madre. |
No sé qué nos depara el mañana, Unai. Pero seguro que estando o no confinados, serás tú quien felicites a tu mami el año que viene.
Un segundo, alguien puede explicarme cuándo empiezan a hablar los bebés. Podría buscarlo en Google; pero es que, en época de bulos, yo ya no me fío de nada.